Les adjunto la segunda parte de mis reflexiones veraniegas sobre el turismo.

La fabulosa transmutación del trabajador en turista (y II)

Turist information centre

Era una conexión anormal entre el interior del ano y las nalgas. Comenzaba el año 1686 y a Luis XIV, el rey absoluto que llegó a creerse «Sol», le apareció una dolorosa fístula anal en su real trasero. Tras meses de angustia fue intervenido en estricto secreto y sin anestesia. Entonces se trataba de una operación de vida o muerte; hoy, si no se puede curar por otros medios, una fístula anal se opera en apenas cinco minutos y el paciente no teme por su vida.

Hoy un turista corriente visitará más lugares del mundo que el propio Luis XIV, quien no sólo fue el más absoluto de los reyes sino quizás uno de los más caseros. En 1668 trasladó la corte al Palacio de Versalles y, desde febrero de 1671, jamás pasó una noche en su palacio parisino, el Louvre…

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