En los últimos 30 años las desigualdades de ingreso entre personas han incrementado. El informe de la OCDE Divided We Stand: Why Inequality Keeps Rising (2011) trata de explicar algunas de las razones. Las desigualdades sociales, a niveles altos, son un malestar que afecta a la sociedad en su conjunto. Puede producir, entre otros fenómenos: pobreza y pobreza extrema, lucha de clases, excesiva marginación de ciertos grupos, desigualdad de oportunidades desde el nacimiento y durante el ciclo de vida, desigualdades de género, y desventajas individuales y colectivas heredadas de generación en generación. Dificulta el desarrollo, y reduce la posibilidad de incluir una visión de crecimiento económico sustentable. Al mismo tiempo, degrada el empleo, diversifica negativamente los niveles de calidad de vida, posibilita la inestabilidad financiera, y puede reducir el potencial de colaboración con otros países en el desarrollo económico y social. Se puede pensar que reduce la capacidad de los Estados para garantizar la seguridad energética, alimentaria, de inversión, y medio ambiental (por ejemplo el manejo responsable del agua y los residuos).

El informe de la OCDE explica que los principales cambios contemporáneos para explicar la desigualdad social son la globalización, los cambios tecnológicos, las reformas que regulan los mercados de trabajo y de productos, los cambios en las estructuras de los hogares, y cambios en los impuestos y beneficios asociados al Estado. El tema central sobre la desigualdad de ingreso es que se relaciona a las desigualdades sociales. El mundo es ahora menos igual, la distribución de la riqueza produce una diferenciación mayor entre personas, sociedades, y países. Es cierto que se han reducido las tasas de pobreza en bastantes países, pero las desigualdades entre los muy ricos y las clases medias y bajas han aumentado. Además las antiguas dificultades (de pobreza y de desigualdad) de las personas ancianas se han trasladado ahora a niños/as y jóvenes. El trabajo sigue siendo la mejor estrategia para superar esas desigualdades, pero no siempre.

Incremento de la desigualdad en lo últimos 30 años OCDE

Incremento de la desigualdad en lo últimos 30 años OCDE. Fuente: OCDE (2011) Divided We Stand: Why Inequality Keeps Rising. París: OCDE, 400 pp. En específico la página 24.

La buena noticia es que la desigualdad de ingresos creciente no es una fenómeno incontrolable. Existen posibilidades para aprovechar algunos de los efectos producidos por la globalización y las tranformaciones technologicas. La respuesta son políticas públicas diseñadas para atacar puntos específicos sobre la economía y desarrollo del país. Cada país es diferente. Los Estados tienen la capacidad de producir reformas estructurales que logren mercados más eficientes (y basados en el conocimiento), pueden incentivar el empleo y reducir la desigualdad de ingreso al mismo tiempo. Las reformas, según el Informe, deben dirigirse también a la política social, una que considere los cambios que acontecen en las estructuras de los hogares. La noticia es que se necesitan cambios. La respuesta sigue siendo el crecimiento, pero se busca un crecimiento que reduzca (no solo no permita una mayor distanciación) las diferencias entre los ricos y pobres. El informe propone tres estrategias ideales: invertir en capital humano, promover el empleo inclusivo, y mejorar o implementar un sistema de políticas efectivas que logren mejorar la distribución del ingreso (con impuestos y transferencias).

El Informe de la OCDE es sumamente interesante, no solo por describir una parte de la realidad social que acontece en nuestros tiempos, sino porque describe un fenómeno (la desigualdad de ingreso) social que preocupa e interesa solventar. Los ojos tienen la tendencias de poner la mirada en los políticos cuando se habla de políticas públicas sociales, pero en realidad es la sociedad civil la que puede y debe impulsar los cambios más importantes.

Un resumen sugerente sobre el documento puede obtenerse de forma gratuita en: OCDE.