2 degrees limitEstablecen un límite al incremento de temperatura que podemos permitir en el proceso de calentamiento global. Aquí les paso carta manifiesto:

El cambio climático inducido por el ser humano es un tema que está por encima de la política. Trasciende los partidos, las naciones, e incluso las generaciones. Por primera vez en la historia de la humanidad, está en juego la propia salud del planeta y, –por tanto– las bases para el futuro desarrollo económico, desterrar la pobreza y el bienestar humano. Si nos enfrentáramos a una amenaza inminente proveniente de más allá de la Tierra, sin duda la humanidad entera se uniría de inmediato en una causa común. El hecho de que la amenaza proviene de dentro – es decir, de nosotros mismos– y que se desarrolla durante un período prolongado de tiempo, no altera la urgencia de la cooperación y la acción decisiva.

El mundo se ha comprometido a limitar el aumento de la temperatura media a menos de 2 grados centígrados (2°C). Incluso un aumento de 2°C nos llevará a condiciones peligrosas y sin precedentes nunca vistas en la Tierra durante el período de la civilización humana. Diversas evaluaciones físicas –en el Ártico, los océanos, las selvas tropicales y la tundra– podrían multiplicar un aumento de temperatura de 2°C en temperaturas y alteraciones climáticas mucho más significativas. Es por ello que muchos científicos y algunos países abogan por 1,5°C o por objetivos incluso más estrictos.

Por otra parte, abandonar el límite de 2°C sería imprudente e insensato. Abandonaríamos nuestra última oportunidad para permanecer dentro de un espacio operativo seguro para la humanidad y para millones de otras especies. Manteniendo el límite de 2°C, mantendríamos la opción global para adoptar un límite aún más estricto de reducción de emisiones en consonancia con la evolución del conocimiento científico y la capacidad tecnológica.

El cumplimiento del límite de 2°C, o un objetivo aún más rígido, sería factible a través de las estrategias nacionales a largo plazo y la cooperación mundial concertada. Todos los países deben comprometerse a una profunda descarbonización de sus sistemas energéticos, pasando de energías con alto contenido de carbono (carbón, petróleo y gas natural) a energías con bajo contenido de carbono (como por ejemplo, energía eólica, solar, nuclear, captura y secuestración de carbono, conocida como CCS). La electricidad generada con baja emisión de carbono sumado a mejoras importantes en la eficiencia energética y la electrificación de vehículos, y en los sistemas de calefacción y refrigeración de los edificios comerciales y residenciales, pueden conducir a una reducción dramática de emisiones de dióxido de carbono junto con una economía en crecimiento. Los cambios en los estilos de vida y la planificación urbana pueden hacer otra contribución importante. Los beneficios mutuos de la descarbonización con el despliegue de tecnologías sostenibles en materia de energía, información y comunicación incluirán aire y agua más limpios, incremento de la biodiversidad, y seguridad de los recursos energéticos renovables a nivel nacional. También se requieren esfuerzos concertados para reducir la emisión de carbono en sectores clave. Por último, los países deben reducir las emisiones de gases de efecto invernadero resultantes de la agricultura, la ganadería y el cambio de uso del suelo, como la deforestación. También deben gestionar y restaurar los ecosistemas para asegurar que puedan servir como un sumidero neto significativo de las emisiones de gases de efecto invernadero.

La transición tecnológica durante la primera mitad del siglo XXI es viable, especialmente a la luz de los enormes avances del conocimiento técnico en los últimos años. En muchas partes del mundo y en algunos contextos, la energía solar y la eólica se encuentran ya en situación de “paridad de red”. El despliegue de vehículos eléctricos en gran escala, la captura y secuestración de carbono, las centrales nucleares de nueva generación para los países que poseen centrales de energía nuclear, y otras tecnologías energéticas con baja emisión de carbono es factible. Pueden impulsarse hacia la disponibilidad comercial y el despliegue a gran escala a través de programas públicos y privados concertados de investigación, desarrollo, demostración y difusión (RDD&D) en una escala global.

Ya casi hemos agotado el presupuesto de carbono de la Tierra, que cuantifica las emisiones acumuladas de CO2 que probablemente mantendrán el planeta dentro del límite de 2°C. Solo a través de una reducción drástica de las emisiones de carbono de aquí a 2050, en ruta hacia una economía de cero emisiones netas de carbono en la segunda mitad del siglo, podremos afrontar el reto de permanecer por debajo de los 2°C. Sin embargo, es posible lograr una descarbonización profunda. Como dijo el Presidente John F. Kennedy medio siglo atrás, “Elegimos ir a la luna en esta década y hacer las otras cosas, no porque sean fáciles, sino porque son difíciles, porque esa meta servirá para organizar y poner a prueba lo mejor de nuestras energías y habilidades…”.

En nuestro tiempo, la humanidad debe elegir una vez más, esta vez para salvar a nuestro planeta de la miopía, la codicia y la apatía para evitar un cambio climático catastrófico. También esta vez debemos organizar y medir lo mejor de nuestras energías y habilidades para permanecer dentro de los 2°C. Hacemos un llamado a ustedes, los líderes del mundo, a reconocer la gravedad de la situación, y exigir a cada uno de nosotros situarse a la altura de las circunstancias para afrontar juntos este monumental reto. Es lo mínimo que podemos hacer por nosotros mismos, por las generaciones futuras y por la Tierra misma.

Para ver las personas que firman esta carta visita este link.

Ahora comparto un video que me agrada bastante para ayudar a explicar el concepto de huella ecológica. Es además, un video que explica el plan de acción propuesto en Vancuover: